La segunda vuelta de Calderón

By Emilio. M González
(The University of Sheffield)

            Prácticamente en las últimas horas de su mandato el Presidente Felipe Calderón mandó al congreso una iniciativa de decreto que busca establecer la segunda vuelta electoral para la elección presidencial. Hay que recordar que esta no es la primera vez que el Presidente Calderón trata de proponer la segunda vuelta. La reforma política propuesta por el ejecutivo en 2009 incluía esta propuesta.

            La actual iniciativa propone que cuando ninguno de los candidatos a la Presidencia logre obtener mas del cincuenta por ciento de los votos, se realice una segunda votación entre los dos candidatos que más votos hayan obtenido. Llevándose acabo la primera vuelta de la elección presidencial el primer domingo de julio, mientras que la segunda vuelta presidencial será concurrente con la elección a Diputados federales, realizándose el primer domingo de agosto.  De dicha propuesta se identifican dos principales objetivos:
1)     Al desfasar la primera vuelta de la elección presidencial con la elección de diputados federales y empalmar esta con la segunda vuelta presidencial, se buscan crear incentivos que den mayor gobernabilidad al sistema político mexicano. En otra palabras se busca que el elector pueda crear una mayoría en la cámara de diputados del partido del futuro presidente.
2)     Se busca que los candidatos elegidos sean respaldados por una mayoría absoluta de los votos emitidos
¿A qué responde esta iniciativa del presidente? Mucho se ha hablado de la segunda vuelta como una respuesta a la incertidumbre que algunos tienen en el sistema electoral mexicano. Quienes respaldan este argumento dicen que al existir una segunda vuelta no habría duda sobre quien fue el claro vencedor de la elección al ser elegido por una mayoría absoluta. Reduciendo como consecuencia la polarización y rechazo hacia el presidente electo y aumentando la gobernabilidad. El Presidente Calderón vivió esta polarización durante su sexenio siendo considerado por una parte de la población como un presidente ilegítimo. Es tal vez a consecuencia de esto su empeño por impulsar esta iniciativa.
En la practica creo que la segunda vuelta no traería consigo todas las ventajas que muchos ven en ella. Remontándonos a la elección de 2006, y en un escenario utópico en el que hubiera existido segunda vuelta presidencial, ¿Qué hubiera pasado si Lopez Obrador hubiera ganado la primera vuelta, y Felipe Calderón la segunda? ¿Se hubiera generado menor polarización? ¿Se hubieran evitado los conflictos post-electorales? ¿Lopez Obrador hubiera aceptado la derrota? ¿Se hubiera tenido mayor confianza en el resultado del IFE? Creo que la respuesta a cada una de estas preguntas sería no.
La propuesta de desfasar la elección presidencial de la elección de diputados federales busca generar mayor gobernabilidad creando un presidente más fuerte. Desde 1997, año en que se tuvo el primer gobierno dividido, ningún presidente ha tenido mayoría en la cámara de diputados. A esto se le ha atribuido buena parte de la “parálisis legislativa” y la falta de aprobación de las reformas estructurales. Por otro lado hay estudios que prueban que el congreso ha vivido su etapa más productiva en estos años de gobierno dividido. Por lo tanto al parecer el trabajo legislativo se ha incrementando, pero las iniciativas presidenciales carecen de fuerza para ser aprobadas. Regresarle esta fuerza al presidente es el objetivo de esta medida.
            ¿Cuáles serían los costos y los beneficios? Los sistemas electorales son un trade-off entre pluralidad y gobernabilidad. De ser aprobada la propuesta del Presidente Calderón, es muy probable que genere una mayoría en la cámara de diputados para el presidente que resulte electo, otorgándole una mayor fuerza a sus propuestas en el congreso. En contra parte la pluralidad del congreso probablemente  se reduciría, afectando principalmente a los partidos chicos.
            La segunda vuelta utilizada como un elemento de legitimidad en un proceso electoral me parece que carece de sentido. Creo que la confianza en los resultados electorales no está ligada al número de veces que se replique un proceso, sino a la eficiencia y solides de sus instituciones. Por otro lado la segunda vuelta aplicada como un elemento que genere mayor gobernabilidad en el sistema político mexicano, es una propuesta que podría generar una nueva dinámica en la relación entre ejecutivo y legislativo.

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