Del debate, escote y 'bots'


By José Ángel García
(Politics Department, The University of Sheffield)


Ya todos, no sólo en México, sino en el mundo, hemos escuchado acerca del debate presidencial en México. Comenzando con -lo que algunos consideran- la negativa de Ricardo Salinas Pliego para transmitir el debate, dando 'preferencia' al partido de fútbol entre Monarcas y Tigres; el debate 2012 (como ya se le nombra en Twitter) comenzó a causar polémica e interés, no sólo entre la clase política del país, sino entre la población en general, tanto que el rating televisivo nos demostró que sí se le puede ganar al futbol en México.


Desafortunadamente, las notas periodísticas y opinión pública se ha concentrado más en realizar un 'análisis profundo' de lo que considero temas secundarios, e incluso algunos de ellos, irrelevantes, que en el verdadero contenido del debate. ¿Por qué criticar a Salinas Pliego por no transmitir el Debate? México -se supone- vive una etapa inédita de libertad de expresión, entonces ¿por qué obligarlo, sugerir o tratar de imponer que el debate se transmita en cadena nacional? Como bien dijo el presidente de TV Azteca, 'si queríamos debate, estaba Televisa, sino, el fútbol en Azteca'. La decisión era individual. O ¿ahora ya todos queremos ver en cadena nacional el tamaño del escote de la edecán en el segundo debate?


Bots y votos, tal parece que así deberíamos de llamarle al conjunto de acusaciones entre partidos políticos en México. Uno a otro se increpa por del uso 'indebido' de bots para incrementar el 'apoyo virtual' con el que cuentan sus candidatos en Twitter. Recientemente fue publicado el 'Twittergate de Peña Nieto' en video,donde se muestra a un grupo de personas organizadas que defienden y apoyan al Candidato del PRI a la Presidencia de México a través de la publicación de 'tweets'. Pero ¿es está una práctica ilegal? ¿Anti-democrática? ¿O sólo se nos demuestra lo que no queremos ver en México? Que el mundo, comunicación y organización social están cambiando la forma en que podemos ejercer nuestra democracia. No sólo el PRI usa bots; el PRD, PAN, incluso Nueva Alianza, todos, incluyendo los partidos políticos de países -a los que se le considera internacionalmente- desarrollados, se basan actualmente en el uso de las redes sociales para transmitir un mensaje: 'vota por mi'. La diferencia es que, mientras en Estados Unidos los medios de comunicación, analistas políticos y sociedad se concentran en la evaluación de las propuestas de sus candidatos, en México nos enfocamos en discutir el salario de $400 de los 'acarreados cibernéticos' (o voluntarios de campaña, como se le conoce a sus homólogos estadounidenses), dejando pasar de lado la falta de propuestas durante el debate presidencial.

En fin, habrá que recordar que Twitter es una herramienta de comunicación -y ahora organización- social, pero el voto NO es medido por el número de 'tweets' sobre cada candidato. Concentrémonos en lo interesante.